Hoy os traigo una historia de duelo. El duelo de descubrirse autista en la adultez. Es demasiado tarde ya para recibir los apoyos que tanto ansiaste en tu infancia y extrañas un tiempo pasado que nunca ocurrió. Afortunadamente, asoman rayos de esperanza cuando echas la vista hacia el futuro y, por lo menos a partir de ahora, no volverás a pasar por lo mismo. Sabes quién eres y sabes lo que nec...