Cuando estaba preparando mi mudanza a Bulgaria, una amiga me sugirió que, al llegar acá, escribiera lo que iba experimentando. En aquel momento le dije que lo haría, sin embargo, no lo hice hasta hoy. ¿Por qué? Porque llegar y enfrentarse a una nueva cultura, a un nuevo idioma, a una nueva geografía, descoloca. De alguna forma entré en "modo espera", aunque desde el inicio pensé llamar "Crónicas búlgaras" a lo que fuera escribiendo. Así, bien cliché, ¡plop!
Bien, dado que ahora maumyg.com está activa y uno de los contenidos que me propuse compartir fueron esas fulanas "Crónicas búlgaras", aproveché que hace dos semanas estuvimos en Plovdiv para armar una crónica de esa visita como un ejercicio creativo para aflojar la mano. Algo que te recomiendo hacer si estás en modo "bloqueo" con la escritura. Es decir, relatar una experiencia vivida como una crónica. Pero cuidado: una crónica tiene sus reglas, como todo género narrativo. Necesita hechos narrados en primera persona y en orden cronológico, pero también necesita color, textura, poesía. Si te interesa hacer el ejercicio, mi consejo es: vive la experiencia, la que sea, con intensidad, siendo consciente de lo que haces, tomando nota mental de lo que te parece más rico (personas, caracteres, frases, olores, colores, sensaciones). Deja pasar unos días para que la experiencia se asiente. Luego, siéntate a escribir sin cuestionarte, pon en pausa el modo edición, deja fluir el modo escritura. Fluye y deja fluir, ya tendrás tiempo de hacer ajustes cuando hagas una relectura de lo escrito (si es que pretendes dar a leer eso que escribas).
Para mí, escribir esta primera "Crónica búlgara" ha sido muy energizante. Me encanta usar la literatura para mostrar la experiencia única de vivir en un país con un idioma y una cultura diametralmente opuesta a lo que conozco. El título es "Amapolas y ruinas romanas", al leerla te darás cuenta por qué. Te invito a hacerlo desde este enlace: https://bit.ly/42JJ6sT.
Después de que la leas, cuéntame tus impresiones en los comentarios. Me encantará saber qué te pareció 😊.
Pd. La foto es de la entrada al hotel Hebros en la parte antigua del Plovdiv, donde nos hospedamos durante la visita.