Tras la eliminación de Hassan Nasrallah, surgió un debate interno en Irán sobre el envío de combatientes para reforzar a Hezbollah en el Líbano.
La solicitud fue rechazada por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, quien declaró que palestinos y libaneses tienen suficientes fuerzas para enfrentarse a Israel por sí mismos, y que Irán continuará apoyándolos desde el exterior.
Una vez más, Irán muestra su disposición a sacrificar a sus aliados sin mayor problema. Primero fueron los palestinos sunitas de Hamás, y ahora los chiítas libaneses de Hezbollah.