Deja que el viento se lleve las hojas del árbol marchito del verano pasado en el que nos conocimos
Aquella tarde soleada y alegre, radiante como tu sonrisa; con esa refrescante brisa que alborotaba tus finos cabellos.
Caminando, platicando, compartiendo, conociendo del pasado, pensando en el futuro, disfrutando del presente.
Viendo la vida pasar lentamente frente ante nuestros ojos, ignorando los deslices de la vida.
Apartados de lo real, creando nuestro propio mundo en una mirada
Tan coqueta tierna y dulce como solo tú sabes serlo; Y en un momento sin saberlo, con un beso
Plasmar tu amor en el libro de mi alma, dejando escapar el tiempo, en tan solo un momento hacerlo eterno.
Pintando el retrato imaginario de la felicidad, nuestra felicidad.
Aferrándome a tu cuerpo en un abrazo tan ardiente como el fuego, despertando llamas de pasión.
Despacio, sin apuro, haciendo claro el oscuro temor, con la luz de tu presencia.
Cada vez será más frecuente tu pensamiento en mi memoria, tomando mi vida otra trayectoria
Con los labios lleno de euforia, con el sol ocultándose lento y de improvisto, dejando caer la noche
En el horizonte, el ocaso de emociones palpitantes le sonríe a la luna entrante. Jurando...
Quiero amarte más allá de lo evidente, más que un simple mortal que solo ama hasta morir.
Quiero amarte más allá de la muerte, confundiéndome inocente en la dulzura de tus besos.