Papi estaba muy desanimado, sentía que la vida no tenía razón alguna; a veces, quería dejarse morir, pero tenía que cumplir la voluntad de mamá, tenía que ver por todos esos pequeños que alguna vez en su vida fueron abandonados y con mamá y él encontraron una nueva familia, sabía que mamá los cuidaba, pero era tanto el pesar que sentía por su ausencia que se pasaba muchas horas recordando todo lo que hacían, era costumbre que papá hablara con sus cenizas, cuando salía hablaba solo por la calle, hablaba con mamá, pensaba que le respondía; no, no estaba perdiendo la razón, era su forma de pasar el tiempo sin sentir tanto la ausencia, siempre salían los dos y siempre platicaban. Papi repetía ese patrón pensando en que mamá le respondía y el seguía hablando, las personas que pasaban no entendían que le pasaba, pero a papá poco le importaba, esa era su forma de pasar el tiempo, de sentir menos la ausencia de mamá, pero había veces que su razonamiento le hacía llorar y lloraba en la calle, ya no le importaba lo que pensara la gente, ellos no sentían el dolor que el estaba pasando.
Papá estaba mal pasándose, había veces que ni siquiera comía en todo el día, sin saberlo se estaba castigando por la ausencia de mamá, sentía que debía de pasar penitencia por no haberla podido salvarla, por no ser tan necio como antes lo era y exigir atención médica, o al menos ponerse necio con ella y haberla obligado a gastar en su operación en lugar de gastarlo en los michis. Papá no se perdonaba, no se daba oportunidad de pensar que todo pasa por algo y que los designios de Dios eran inmutables, por mucho que él hubiera intentado hacer algo por mami, ya estaba escrito lo que pasaría, como decían los árabes, Maktub.
Tango seguía preocupado, hacia rato que no veía a Cash y eso le preocupaba, por lo regular ese pequeño mago tenía una híper actividad que nadie aguantaba, se la pasaba juegue y juegue, pero hacía rato que no lo veía, eso le tenía muy preocupado, sabía que algo se traía entre manos y de seguro si no lo comunicaba, no sería nada bueno, así que se levantó de su sitio favorito y fue a ver a Kitty para ir juntos a hablar con el Alfa de la manada, con Gitol.
Gitol se encontraba en ese momento acurrucado en las piernas de papá, sentía que su compañía y sus ronroneos le hacían bien, vio como Tango le hacía gestos para reunirse con él y se levantó, se desperezó encajando las garras en los pantalones de papá, se estiró y se acercó su morrito a la cara de papá para recibir los besos de éste, después bajó con toda la calma de la que es capaz un felino y se marchó para reunirse con Tango.
Pero qué quieres Tango, dijo ese hermoso gato naranja a Tango
-Nada Gitol, en realidad nada, ya sabes que yo me la paso bien dormido en el sofá, pero hoy he visto a Cashitop muy sospechoso y debido a los recientes problemas conviene tener vigilado a ese niño, además Kitty ha estado muy seria, nada de ese carácter que le caracteriza, esa gatita y ese niño me preocupan, me gustaría que hablaras con ellos.-
Gitol volteo a ver a Kitty que en ese momento había aprovechado que se había levantado del regazo de papi para ir a ocupar su lugar, la vio tan a gusto que volteo a ver a Tango y le dijo: ¿Tu serías capaz de levantarla ahora mismo? Déjala, ya hablaré con ella después, pero dime, ¿dónde está Cashitop? Vamos a hablar con él.
Continuará…
Ari Gatita desde el Hogar de Transferencia.