¿En qué invertiste tus latidos?

¿En qué invertiste tus latidos?

Jun 05, 2021

¿En qué invertiste tus latidos?

Written By Dennys Camacho

Imagina que hoy es tu última oportunidad de ver un día más. Quiero que te preguntes ¿Valió la pena tu vida? ¿Tuvo algún sentido para ti? ¿Viviste al máximo esos momentos que te dejan sin aliento? O ¿Pasaste mucho tiempo preocupándote por el futuro sin darte cuenta que quizás nunca llegaría?. Si alguna de estas preguntas te resuena, quédate unos minutos más, porque quiero contarte mi historia. 

Vivimos pensando que tenemos que preocuparnos por nuestro futuro; en el colegio ya estamos pensando en la universidad, en la universidad pensando en el trabajo, en el trabajo pensando en la vida que habíamos planeado pero no sabemos cómo alcanzarla. Fuimos criados pensando que vale más lo que tienes que las experiencias que vives y eso nos convierte en carátulas ausentes. Somos como un molde vacío porque constantemente nuestros deseos y aspiraciones se encuentran en el futuro, ¿Gracioso no? Porque realmente el futuro no existe, no está garantizado y a veces la única manera de recordarlo es con una pequeña sacudida, con un giro inesperado, con una llamada de atención. 

Nunca pensamos que nos tocará a nosotros… Ese cambio de ruta, esa pizca de realidad. A mi por ejemplo me llego mi despertar a los 25. Debo admitir con mucho orgullo y felicidad que los primeros 24 años de mi vida fueron un viaje; una montaña rusa de emociones, tanto buenas como malas, pero sin duda alguna mucha felicidad. Si miro atrás, los recuerdos más memorables que tengo son momentos en familia o con amigos que me ayudaron a convertirme en lo que soy, siempre dispuesta a verle el lado positivo a las cosas; pensaba que estaba aprovechando mi vida al máximo. Sin embargo, a pesar de tenerlo todo, constantemente me comparaba con el viaje de los demás… como les dije era normal pensar siempre que lo mejor estaba por venir, sin saber que eran días oscuros lo que se avecinaba.

Para poder ponerlos en contexto tengo que contarles un poco de ella, mi mamá, una mujer incomparable, única, divertida, buena hija, madre, esposa, pero si tuviera que utilizar solo un adjetivo para describirla sería leal; el tipo de ser humano que sin importar la circunstancia estaría allí para darte una mano o simplemente uno de sus inigualables consejos. Por mi mente nunca pasó la idea de que me podría faltar algún día, que la podría perder en un abrir y cerrar de ojos. Pero pasó, el 20 de Junio de 2020 el amor mas puro que conocí se marchó, se fue y me dejó con el corazón hecho pedazos, sin rumbo, sin norte. La vida llena de posibilidades que conocía ya no existía para mi; honestamente no podía imaginarme sin ella. Lo único que pensaba era en el momento en el que nuestras almas se pudieran reencontrar, en esa pequeña posibilidad de la vida después de la muerte. 

 Pase muchas horas imaginando cómo sería volverla a ver y debo admitir que me encantaba la idea de la muerte solo por un minuto a su lado... meses pensando cómo sería irme a dormir y no volver a despertar, hasta que un día la idea parecía materializarse. Muchas veces asumimos que la muerte es el fin de la vida, pero la verdad es que podemos estar muertos y aun seguir respirando.

La vida me golpeó una vez más: cáncer de colon. Me tomó perder a mis padres y una enfermedad crónica para despertar de la hipnosis en la que estaba viviendo, recuerdo que cuando escuche mi diagnostico esas palabras volvieron a mi mente: ¿EN QUÉ INVERTISTE TUS LATIDOS? 


Pase muchos años desperdiciando mis pasos en la tierra, pasé muchas horas deseando que mi vida cambiara, sin saber que la que necesitaba un cambio era yo. Era mi manera de afrontar las cosas, mis decisiones y la energía que había decidido darle a mi vida; la verdad no existe una fórmula perfecta, ni una respuesta correcta, pero debemos intentar siempre recordar que tenemos el poder de cambiar nuestra realidad, que la vida se acaba más rápido de lo que pensamos. No tenemos el mañana asegurado, pero podemos asegurar que hoy estaremos bien. 

Voy a intentar finalizar con un consejo como los que solía dar Mamá: vive la vida que tú quieras vivir, crea momentos con esas almas que te ayudan a sanar. No dudes de ti, ni de tu potencial y agradece cada día lo que tienes, aunque parezca poco. Recuerda que todos estamos intentandolo y la mayoría no sabe lo que está haciendo, no te compares con nadie y cree en tu potencial, puedes crear tu propia realidad. 

Dennys Camacho

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