¿Sabías que en realidad existen alrededor de 140 variedades diferentes de alcachofas? De estos 140, solo unos 40 se cultivan comercialmente para venderlos como alimento.
La alcachofa, que tiene el nombre de especie Cynara cardunculus var. scolymus , es uno de los tipos más populares. Esta especie también se conoce como alcachofa francesa o alcachofa verde.
El nombre alcachofa proviene de la palabra articiocco , que probablemente esté influenciada por la palabra ciocco, que significa “tocón”. La alcachofa de globo, el tipo que se come con más frecuencia en la actualidad, pertenece a la especie del cardo, un grupo de plantas con flores caracterizadas por hojas con espinas afiladas en los márgenes.
La parte comestible de la alcachofa, generalmente llamada "corazón de alcachofa", es en realidad el capullo de la flor de la alcachofa, que se forma antes de que la flor comience a florecer. La cabeza de la flor en ciernes es un racimo de muchas pequeñas flores en ciernes, junto con la base comestible de la planta.
Una planta de alcachofa puede crecer hasta seis pies de diámetro y de tres a cuatro pies de altura.
Algunos beneficios notables para la salud de la alcachofa incluyen tener un alto contenido de antioxidantes que puede ayudar a prevenir el cáncer, controlar el peso y controlar el azúcar en la sangre y la diabetes, además de su capacidad para proporcionar una buena fuente de fibra y otros nutrientes.
Si bien los corazones de alcachofa son a menudo la parte más ampliamente disponible y consumida de la planta de alcachofa, no deseches las hojas de alcachofa tan rápido. Las hojas son en realidad donde se almacenan muchos de los nutrientes más poderosos de la alcachofa.
De hecho, los suplementos de extracto de alcachofa, que se han vuelto más populares en los últimos años debido a sus diversos beneficios para la salud del corazón, se derivan en gran medida de los antioxidantes y fitonutrientes que se encuentran en las hojas de este vegetal. Los extractos de hojas de la planta de alcachofa se utilizan por sus propiedades protectoras del hígado (hepato) y también tienen efectos anticancerígenos, antioxidantes, antivirales y antibacterianos.
una alcachofa hervida de tamaño mediano (alrededor de 120 gramos) contiene aproximadamente:
63,6 calorías
14,3 gramos de carbohidratos
3,5 gramos de proteína
0,4 gramos de grasa
10,3 gramos de fibra
107 microgramos de folato (27 por ciento DV)
17,8 microgramos de vitamina K (22 por ciento DV)
8.9 miligramos de vitamina C (15 por ciento DV)
50,4 miligramos de magnesio (13 por ciento DV)
0,3 miligramos de manganeso (13 por ciento DV)
343 miligramos de potasio (10 por ciento DV)
87,6 miligramos de fósforo (9 por ciento DV)
0,2 miligramos de cobre (8 por ciento DV)
1.3 miligramos de niacina (7 por ciento DV)
0,1 miligramos de riboflavina (6 por ciento DV)
0.1 miligramos de vitamina B6 (5 por ciento DV)
0.1 miligramos de tiamina (4 por ciento DV)
0,7 miligramos de hierro (4 por ciento DV)
0,3 miligramos de ácido pantoténico (3 por ciento DV)
25,2 miligramos de calcio (3 por ciento DV)
0,5 miligramos de zinc (3 por ciento DV)
Además, la nutrición de la alcachofa contiene algo de vitamina A, vitamina E, colina, betaína, omega-3 y omega-6.
Tenga en cuenta que esta verdura es muy rica en fibra, por lo que si bien contiene 14 gramos de carbohidratos, los 10 gramos de fibra hacen que los "carbohidratos netos" sean solo cuatro gramos. Esto lo convierte en un vegetal natural y rico en sabor para la dieta cetogénica.
El valor nutricional de las alcachofas también es impresionante considerando que solo proporciona alrededor de 60 calorías pero más del 10 por ciento de sus necesidades diarias de seis nutrientes esenciales diferentes.
Las alcachofas están repletas de una serie de antioxidantes y fitonutrientes vitales, como la quercetina, la rutina , el ácido gálico y la cinarina. Las alcachofas son un alimento alto en antioxidantes y tienen una alta puntuación ORAC (capacidad de absorción de radicales de oxígeno), lo que pone a prueba el poder de una planta para absorber y eliminar los radicales libres.
Las dietas ricas en antioxidantes pueden ayudar a prevenir varios tipos de cáncer, ya que los antioxidantes son exactamente lo que nuestro cuerpo necesita para combatir los radicales libres y retardar la aparición de enfermedades que a menudo se observan en poblaciones que envejecen. Se ha demostrado en estudios que los compuestos presentes en las alcachofas, específicamente la rutina, la quercetina y el ácido gálico, reducen el crecimiento de células cancerosas y, por lo tanto, previenen la proliferación de tumores cancerosos.
Las alcachofas han demostrado su capacidad para combatir el cáncer en dos tipos de cáncer en particular: el cáncer de mama y el carcinoma hepatocelular.Una investigación publicada encontró que los extractos polifenólicos de las partes comestibles de las alcachofas "inducen la apoptosis y disminuyen el potencial invasivo de la línea celular de cáncer de mama humano MDA-MB231".
Otro estudio realizado por el Departamento de Química Médica del Centro Nacional de Investigación en Dokki Giza, Egipto, analizó los efectos protectores del aceite de pescado y las alcachofas sobre el carcinoma hepatocelular en ratas. Los investigadores concluyeron después de dividir las ratas en ocho grupos, “los resultados indicaron que el 10