Conciencia Paralela - Parte 1

Conciencia Paralela - Parte 1

Dec 03, 2024

Descubrimiento de la conciencia paralela

Durante un tiempo, me consideré un maestro de los estados alterados de conciencia. No necesitaba de rutinas ni estrategias complicadas para inducir a ellas. Manipular mi conciencia era tan sencillo como pedirle un deseo a una estrella fugaz. Por ejemplo, en las noches antes de dormir únicamente debía decir algo como: "Quiero tener sueño lúcido", y ¡boom!, ahí estaba, controlando mis sueños y tomando nota mental de cada peculiaridad que encontraba. También estaba muy acostumbrado a las parálisis del sueño, así como a los estados hipnopómpicos e hipnagógicos. ¡Incluso llegué a experimentar cosas que, honestamente, aún no logro comprender! Si me pongo a teorizar, creo que lo logré gracias a que, meses anteriores, meditaba casi diario.

Sin embargo, llegó un momento en el que tuve la necesidad de hacer una pausa. Me tomé un descanso de unos tres meses. “Nada de estados alterados de conciencia por ahora”, me dije, ordenando a mi mente que descansara. Me dediqué exclusivamente a mis investigaciones, pensando que, cuando estuviera listo para regresar, todo sería como antes...

¿Y adivina qué?

Cuando intenté volver… ¡desastre! Lo que antes lograba sin esfuerzo ahora parecía una misión imposible. Pensé que la clave estaba en retomar la meditación antes de dormir, pero, siendo sincero, ese método tradicional de respirar controladamente, relajar los músculos y visualizar cosas… siempre me ha parecido terriblemente aburrido. Por ende, entre el desánimo y el aburrimiento, ahí me quedé, en pausa.

Un momento de genialidad accidental

Fue en una tarde dorada, cuando el sol comenzaba a despedirse tras el horizonte, tiñendo el cielo de suaves tonos anaranjados y violetas, como si la naturaleza estuviera pintando un cuadro efímero. La luz se desvanecía lentamente, y con cada rayo que se ocultaba, una sensación de calma y reflexión se apoderaba de mí. Agotado de tanto estudiar, con el cuerpo al límite y la mente inquieta, fue en ese mágico crepúsculo que una chispa de inspiración iluminó mi pensamiento...

"¿Y si uso este cansancio a mi favor? ¡Podría ser un atajo para meditar sin toda esa rutina monótona!"

¡Bingo! Con esa idea, me tumbé boca arriba, sin expectativas ni estrategias. De alguna forma, el cansancio se convirtió en mi aliado. Mi cuerpo, tan agotado, comenzó a relajarse casi automáticamente. Sentí cómo mi respiración se ralentizaba y mis músculos se soltaban con un esfuerzo mínimo.

Libre de estímulos y exonerado del control corporal, mi único trabajo era mantener la conciencia. Con confianza, la dejaba dormir y antes de que desapareciera por completo, la traía devuelta, y así reiteradas veces. Era un vaivén constante, un juego mental que no tenía un objetivo claro, solo la curiosidad de ver qué sucedía.

El estado de conciencia paralela

De repente, ocurrió... mi cuerpo estaba completamente dormido, pero mi conciencia seguía activa. Y todo, absolutamente todo, sucedía al mismo tiempo: pensamientos, recuerdos, ¡hasta sueños!, estaban allí, pero yo no era parte de ellos, existía como una entidad aparte, por ello el nombre de "Conciencia paralela".

No era un sueño lúcido, porque no formaba parte de los sueños, ni intentaba controlar nada. Era como verlos a través de un portal hacia otra dimensión. Sin embargo, no estoy seguro de si la palabra “ver” es la adecuada, ya que era consciente de muchas cosas en ese momento… ¡Y no sentía que tuviera un cuerpo y ojos!

No todos los pensamientos parecían míos, quiero decir, de mi conciencia apartada. Algunas reflexiones sí, pero eran vagas, de baja calidad, o simplemente estaba demasiado indiferente que no me esforcé en pensar. Otros, en cambio, llegaban de un lugar externo, aunque de alguna manera los reconocía como propios.

A pesar de ese caos mental, no me sentí agobiado. No forzaba nada; estaba "siendo" de manera muy natural. Y cuando finalmente salí de ese estado, que al inicio comparé con un tipo de “trance”, me sentí renovado, tanto física como mentalmente. Mi cuerpo estaba dormido, pero me desperté como si solo hubiese cerrado los ojos un instante.

Reflexiones y preguntas

¿Qué fue lo que hice realmente? ¿Una meditación? ¿Una rareza facilitada por el cansancio extremo?

Intenté encontrar similitudes en la literatura sobre meditación, sueños lúcidos y neurociencia, pero nada encaja completamente. Algunos estados documentados, como el sueño REM consciente o ciertas prácticas avanzadas de yoga nidra, comparten elementos, pero ninguno parece capturar la esencia de este estado de conciencia paralela. Revisando mis notas, descubrí que la meditación en este estado duró entre 20 y 30 minutos, aunque el tiempo parecía irrelevante mientras estaba dentro de esa experiencia.

  • ¿Qué mecanismos cerebrales podrían estar involucrados en este estado?

  • ¿Podría ser un puente hacia nuevas formas de meditación e introspección?

  • ¿Qué rol juega el cansancio extremo en esta experiencia?

¿Qué opinas? ¿Te resulta familiar? Yo pienso que este lado de mi conciencia es mi yo verdadero, ¡porque era muy vago!

¡Cualquier reflexión será más que bienvenida!

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